Sarah Day estaba llenando las baterías de su Tesla Model S en una estación de carga en Columbia, Estados Unidos mientras caía una fuerte tormenta. La casualidad quiso que uno de los rayos impactara directamente en el vehículo. Por extraño que parezca, el interior de un coche es uno de los lugares más seguros durante una tormenta. La razón es que el habitáculo del vehículo actúa a modo de jaula de Faraday, distribuyendo la descarga por la superficie exterior del coche.

Mientras los ocupantes del coche no toquen partes metálicas de la carrocería en ese momento (suele haber muy pocas en los coches modernos) están a salvo. Lamentablemente, no puede decirse lo mismo del coche. Lo normal es que sus sistemas eléctricos y electrónicos queden absolutamente fritos, aunque en este caso, el hecho de que fuera un coche eléctrico ha jugado a su favor. Así describe la propietaria del Tesla su experiencia:

Escuché un estruendo, y apenas dos segundos después, saltaron nueve alarmas en el salpicadero. Algunas avisaban de que el nivel de carga era bajo y de que iban a desconectar determinadas funciones. Otras recomendaban directamente llamar al servicio técnico. Simultáneamente, el coche decía que su batería estaba baja y que no se podía cargar.

Cuando la tormenta remitió, salí del coche. El puerto de carga permanecía encendido y no me dejaba desconectarlo. Seguían funcionando varias cosas, incluyendo la pantalla táctil. El coche que cargaba a mi lado parecía estar en perfecto estado, aunque no pude llegar a hablar con su propietario.

 

Finalmente, técnicos de Tesla lograron desconectar el coche de la estación de carga y hacerlo volver a funcionar. En Tesla explicaron que el coche tiene varios sistemas de barrera que impiden que una sobrecarga de este tipo llegue a dañar componentes importantes. De hecho, hasta la propia batería sobrevivió. Simplemente quedó bloqueada.

Según Tesla, el automóvil quedó inutilizado por estar conectado a la estación de carga. En circunstancias normales, este fallo no debía de haberse producido. La única moraleja, a falta de más datos técnicos, es que procures no dejar tu coche eléctrico cargando durante una tormenta.