París quiere prohibir los patinetes eléctricos de alquiler. Los ciudadanos lo votarán en un referéndum
Los patinetes eléctricos han resuelto las necesidades de movilidad de muchísimas personas en las ciudades de todo el mundo. Por eso cada vez se ven más en las calles de cualquier población, ya sean de particulares o de empresas de alquiler.
Pero no todo son ventajas y, a medida que se multiplican los patinetes eléctricos en las calles, también crecen los problemas relacionados con estos vehículos de movilidad personal (VPM), a pesar de que también se crea normativa específica para regular su uso.
Molestan en las aceras y «no son ecológicos»
El riesgo de incendio y la dificultad de controlar un fuego de este tipo por culpa de las baterías de litio que llevan los patinetes es uno de los inconvenientes de los patinetes eléctricos. Por eso, en algunos lugares ya no se puede viajar en transporte público con uno de estos aparatos a bordo.
Es el caso de Cataluña, que ha prohibido los patinetes eléctricos en el transporte público durante seis meses (de momento) después de que tuvieran lugar varios incendios. A partir del 1 de febrero, también quedarán prohibidos los patinetes eléctricos en el metro de Sevilla en hora punta.
Metro de Sevilla ha tomado esta decisión por culpa de la proliferación de los patinetes. Y ese es, precisamente, otro de los grandes inconvenientes de estos VPM y, en parte, uno de los motivos por los que Madrid también se ha cansado de irresponsables en patinete eléctrico.
Tirados en medio de cualquier acera
El problema no es tanto el número de patinetes que hay en las calles de la capital, sino el uso que se les da. Obviamente hay una relación entre ambas cosas porque, cuantos más patinetes hay, más posibilidades hay de que se haga un uso indebido de ellos. Y la cuestión es que, de un tiempo a esta parte, se ha disparado el número de patinetes de alquiler en Madrid.
Es por ello que también ha crecido el número de patinetes que se quedan tirados en medio de cualquier acera, a menudo dificultando el tránsito de peatones. Por eso, el Ayuntamiento publicó un decreto para lanzar un nuevo modelo de concesión para las autorizaciones de patinetes eléctricos de alquiler.
El objetivo es reducir el número de patinetes de alquiler en las calles madrileñas, no solo limitando las autorizaciones de 10.000 patinetes eléctricos a 6.000, es decir, un 40% menos, sino endureciendo las condiciones para que las empresas de alquiler puedan operar en la capital. De hecho, solo podrán operar tres compañías de alquiler de patinetes eléctricos en Madrid, aunque todavía no sabemos cuáles son (en 2019 había 18 compañías).
Pero hay más grandes ciudades que se están plantando contra el patinete eléctrico de alquiler. En Lyon, Francia, ya se ha prohibido su uso a menores de 18 años, mientras que, en Toronto, Canadá, el Ayuntamiento los ha prohibido después de consultarlo con negocios y residentes.
Y eso es precisamente lo que hará el Ayuntamiento de París este año. En una entrevista con el medio Le Parisien, la alcaldesa de la capital gala, Anne Hidalgo, ha desvelado que el próximo 2 de abril, los parisinos podrán decidir en las urnas que se prohíban los patinetes eléctricos de alquiler en esta ciudad.
Hidalgo habla de que es un momento de transición en lo que respecta al transporte en la ciudad y hace falta regulación para que todos puedan convivir. Sobre los patinetes, la alcaldesa de París señala que “no hay problema en que los parisinos tengan su propio patinete eléctrico, pero sí con los patinetes de alquiler”.
Por eso, el consistorio ha convocado un referéndum en el que los ciudadanos podrán responder si desean que siga habiendo patinetes de alquiler en las calles de París o no. Hidalgo señala que ella es partidaria del no, entre otras cosas “porque los empleados de las empresas de alquiler están desprotegidos”, pero deja claro que respetará el voto de los parisinos, aunque sea contrario a lo que ella le gustaría.
La alcaldesa de la capital gala también dice en la entrevista que “los patinetes de alquiler no son ecológicos”. Es curioso, porque precisamente estos vehículos son unos de los abanderados de la movilidad sostenible.
Hidalgo puede referirse al modelo de gestión de las flotas de alquiler, con cientos de vehículos que se encargan de recoger los patinetes a diario para cargarlos y volverlos a poner en las calles al día siguiente. Aunque convendría que Hidalgo profundizase más en sus motivos para no considerar ecológicos a estos vehículos.
Sea como sea, de salir adelante el sí, el Ayuntamiento de París será mucho más drástico que el madrileño y directamente prohibirá los servicios de alquiler de patinetes eléctricos en sus calles, por lo que los únicos que se verán serán los particulares.
Y con estos últimos es mucho menos probable encontrarse patinetes tirados de cualquier manera en las calles. Por lo tanto, sería una solución para resolver el problema de los patinetes que obstaculizan a los peatones y, de paso, ahora que vienen los Juegos Olímpicos de París 2024, también sería una forma de despejar las calles de la ciudad y limpiar su imagen.
Y es que, según los datos publicados también por Le Parisien, si en el referéndum sale el sí, significaría retirar de las calles los casi 15.000 patinetes eléctricos de alquiler que hay actualmente en las calles de París.
Por comparar las cifras con las de Madrid, conviene recordar que el Ayuntamiento español ha optado por limitar las licencias de patinetes eléctricos de alquiler a 6.000 unidades. Aun así, París no es la ciudad europea con más vehículos de este tipo, puesto que Berlín (Alemania) cuenta prácticamente con 49.000 unidades, en Bruselas (Bélgica) hay más de 24.000 y en Varsovia (Polonia) hay más de 20.000.