La tormenta perfecta: cómo conducir con lluvia intensa y granizo
Las tormentas de verano son típicas del mes de junio y prueba de ello son las lluvias y el granizo que están cayendo en buena parte de España en estos días. Acompañadas, cómo no, de altas dosis de electricidad. De hecho para hoy mismo la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) prevé lluvias intensas, pudiendo ir acompañadas de granizo y rachas de viento fuertes en gran parte del país.
¿Qué hacer si nos pilla una de estas tormentas cuando vamos conduciendo? Si es posible hacerlo con seguridad la primera opción y la más segura es parar -en una vía de servicio por ejemplo- y esperar a que amaine. Si no se puede, lo fundamental es mantener la calma, conducir despacio y con suavidad.
Recomendaciones para conducir con lluvia intensa
Durante una tormenta la visibilidad se reduce considerablemente, por lo que es fundamental llevar las luces encendidas y hacerse ver. En este sentido, el Reglamento General de Circulación establece de forma clara que en condiciones de lluvia muy intensa deben llevarse encendidas tanto las luces antiniebla delanteras como las traseras.
Con la carretera mojada, lo más conveniente es llevar más distancia de la habitual con el resto de vehículos para evitar colisiones. Y mucho ojo con las frenadas largas: harán que el vehículo resbale, sobre todo en las curvas. A la hora de frenar, lo mejor es hacerlo poco a poco en lugar de pisar a fondo el pedal.
Ojo con las tormentas eléctricas: ¿y si te cae un rayo cuando vas conduciendo?
Según los datos oficiales de AEMET España recibe un promedio de 1.300.000 rayos anuales y gran parte de ellos se producen entre los meses estivales, de junio a septiembre. ¿Es seguro conducir con tormenta eléctrica? ¿Y si me cae un rayo? No pasa nada, el coche es un lugar seguro para protegerse.
Por su composición, las ruedas aíslan el coche del asfalto, por lo que la corriente no encontrará en el vehículo un lugar por el que alcanzar la tierra. En segundo lugar, la carrocería del vehículo es conductora de la corriente eléctrica. En caso de tener tan mala suerte que nos alcance un rayo, la carga eléctrica se distribuirá por toda la superficie metálica pero no conseguirá penetrar en el interior: es lo que se conoce como la Jaula de Faraday.
Con no tocar las partes metálicas de la carrocería los pasajeros estarán seguros. Eso sí, que los ocupantes no sufran daños no quiere decir que el coche se libre de sufrir desperfectos, pues elementos como la electrónica de a bordo quedarán afectados.
Consejos para conducir seguro con granizo
Las granizadas no están ligadas a una estación en concreto y son altamente imprevisibles, pero lo que es seguro es que si nos cogen por sorpresa mientras vamos conduciendo son un peligro. La parte positiva (siempre la hay) es que las granizadas por norma general, no suelen durar demasiado tiempo.
Si no podemos parar hasta que pase, la clave es mantener la calma y seguir prácticamente las mismas precauciones que cuando nos toca conducir con lluvia intensa. Principalmente: levantar el pie del acelerador, hacerse ver y manejar el volante con mucha delicadeza.
Conducir por una carretera llena de granizo hará que el coche pierda adherencia respecto al firme, por lo que se ha de frenar con mucha precaución. Es decir, hacerlo lo más progresivamente posible y evitar frenar en las curvas. Además, aunque a veces sea complicado debemos evitar distraernos con el sonido ensordecedor que provoca el granizo en el coche.
Prevenir siempre es mejor que curar: lleva el coche a punto
Lo apropiado es que siempre tengas el coche a punto por lo que pueda pasar. Ya se sabe: siempre es mejor prevenir que curar. Ante una lluvia intensa o una granizada es fundamental llevar las luces en condiciones y bien regladas, por tu seguridad y por la de los demás conductores.
También es imprescindible que los neumáticos estén en buen estado y con las presiones correctas según fabricante. Unos neumáticos desgastados harán un flaco favor al conductor en cualquier circunstancia, pero con más gravedad en situaciones de baja adherencia del asfalto, ya que no responderán adecuadamente y pueden hacer que se pierda el control del vehículo muy fácilmente.
Por último pero no menos importante: no debes olvidar cambiar las escobillas de los limpiaparabrisas periódicamente. Si la goma está desgastada o cuarteada, no barrerá adecuadamente la luna y retirar el agua será una tarea más difícil. Si esto pasa cuando se circula bajo una tormenta intensa y el agua no se desaloja adecuadamente, la visibilidad será prácticamente nula.