El coche autónomo es inviable según el presidente de FESVIAL
Queda mucho por hacer para llegar al nivel 5 y son tecnologías muy complejas, caras, vulnerables y con tal nivel de mantenimiento, que habrá que plantearse si su implantación es viable y rentable, según el presidente de FESVIAL
El coche autónomo está en el objetivo más inmediato de las principales firmas de automoción. Ya se están realizando numerosas pruebas de conducción en tráfico real, y muchas de las tecnologías empleadas en el futuro vehículo sin conductor son una realidad en los coches que día a día salen de las líneas de producción. La frenada asistida, control de mantenimiento de carril, reconocimiento de señales de tráfico, etc, son elementos cada vez más habituales, aunque la conducción completamente autónoma, el conocido como «nivel cinco» todavía no es viable.
Así piensa Luís Montoro, presidente de FESVIAL, que ha participado en la II Jornada sobre Tecnología y Seguridad Vial, organizada por Seguridad Vital (RTVE) y FESVIAL, y promo
Queda mucho por hacer para llegar al nivel 5 y son tecnologías muy complejas, caras, vulnerables y con tal nivel de mantenimiento, que habrá que plantearse si su implantación es viable y rentable, según el presidente de FESVIAL
El coche autónomo está en el objetivo más inmediato de las principales firmas de automoción. Ya se están realizando numerosas pruebas de conducción en tráfico real, y muchas de las tecnologías empleadas en el futuro vehículo sin conductor son una realidad en los coches que día a día salen de las líneas de producción. La frenada asistida, control de mantenimiento de carril, reconocimiento de señales de tráfico, etc, son elementos cada vez más habituales, aunque la conducción completamente autónoma, el conocido como «nivel cinco» todavía no es viable.
Así piensa Luís Montoro, presidente de FESVIAL, que ha participado en la II Jornada sobre Tecnología y Seguridad Vial, organizada por Seguridad Vital (RTVE) y FESVIAL, y promovida por Carglass España.
Montoro considera que «vivimos en una época peligrosa, con muchos inventos y pocas reflexiones. Hay mucho a debatir y por eso tienen sentido jornadas como las que hacemos aquí». Para el catedrático de seguridad vial «no se puede pensar en coche autónomo solo en términos de tecnología, porque estas tecnologías afectan al entono, las personas, la economía y la sociedad. En esta segunda revolución del automóvil el optimismo tecnológico, que no se dio en el Siglo XIX en la primera, quizá nos está cegando para ver que existen muchas cuestiones más allá de la tecnología».
Montoro enumeró algunas de esas cuestiones: «¿Qué seguro va a tener?, ¿A qué edad se podrá usar?, ¿Quién tendrá la responsabilidad en un accidente?, ¿Quién decidirá el dilema moral en una situación complicada?, ¿Qué formación tendremos? ¿Van a desaparecer millones de conductores profesionales? ¿Habrá policías de tráfico y multas? ¿Quién controlará el mantenimiento de los sistemas laser, radar, cámaras y satélites de los coches autónomos?».
El presidente de FESVIAL tiene claro
El presidente de FESVIAL tiene claro que «antes de llegar al nivel 5 de conducción autónoma, queda mucho por hacer en lo tecnológico, pero sobre todo en lo legal, personal y social. La revista Technology Review ha recogido 150 problemas graves que están por solucionar sobre el coche autónomo. Afirman que actualmente es imposible programar vehículos que predigan lo que van a hacer vehículos y peatones, que para eso haría falta la inteligencia artificial. Según muchos expertos, en el nivel 5 el coche autónomo ha de ser propositivo, creativo y anticipativo, algo imposible de programar hoy en día».
Para Montoro, hoy en día se registran fallos graves en conducción nocturna, o con lluvia, nieve o niebla. Los sistemas autónomos actuales necesitan un tiempo de análisis y reacción ante «algunas de las miles de situaciones que se pueden encontrar; a veces, hasta 7 segundos para pensar y reaccionar». También existen problemas para reconocer señales y marcas viales si no están perfectamente mantenidas. Hay limitaciones graves en reconocimiento de peatones y ciclistas, por ejemplo si un peatón se agacha en un paso de cebra.
Los propios sistemas del coche también pueden resultar una amenaza para la seguridad. «Otro problema grave es la comunicación en tiempo real con los satélites que guían al coche, si hay una pequeña desconexión, puede haber un accidente. O si se ensucia una cámara, por ejemplo, por el excremento de un pájaro, el coche pude tener graves problemas. Con las marcas viales ya se ha demostrado que solo con un puntero láser y un reflejo de luz se puede engañar a coches autónomos…».
La conclusión final de Luis Montoro es que «queda mucho por hacer para llegar al nivel 5, aunque nadie duda que se llegará. Eso sí, son tecnologías muy complejas, caras, vulnerables y requerirán tal nivel de mantenimiento, que habrá que plantearse si la implantación es viable y rentable, aunque sea técnicamente posible».